«Me la juego con el 20% que me queda de vida», ‘Lucho’ Escobar
El reconocido periodista deportivo ‘Lucho’ Escobar contó en Ligados de Liga Deportiva Postobón las razones por las que está radicado en Cali y aferrado al teléfono.
En medio de una charla con Ligados, el periodista ‘Lucho’ Escobar, contó detalles de la enfermedad contra la que batalla hace varios meses. Ahora se encuentra en Cali a la espera de un donante de hígado.
«Por temas de salud me encuentro en la ciudad de Cali hace tres meses. Mi lugar de residencia es Medellín, presento los deportes en Teleantioquia. Estoy con el teléfono en la mano, esperando en cualquier momento una llamada de la Fundación Valle de Lilí porque estoy en lista de espera y en cualquier momento tengo que partir».
‘Lucho’ habló de la enfermedad que padece y que se agravó tras regresar de los World Roller Games (Mundiales de Patinaje) que se llevaron a cabo en julio del 2019 en Barcelona.
«Esto es sin tapujos, sin misterio, no hay que darle mucha vuelta. Hace cinco años me descubrieron una hepatitis B congénita, además asintomática, es una cosa muy extraña. Yo nací y al momento del parto mi mamá me generó la hepatitis y solo hace hace cinco años empecé a sentir ciertas reacciones».
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Y agregó: «no tenía la velocidad normal, me sentía mareado, perdí un poco del conocimiento y en los exámenes me encontraron las plaquetas muy bajitas. El médico pensó que era cáncer, tenía la sangre como agua. Una especie de leucemia porque no generaba glóbulos rojos. El hepatólogo me descubrió un problema en el hígado, un quiste en la vena porta y crecido el bazo».
Del tratamiento que inició en cuanto descubrió la enfermedad contó que «con medicina especial empezaron a tratarme, pero ya no había nada que hacer, estaba muy avanzado. Tenía ascitis y así igual yo seguía trabajando. No le demostraba nada a nadie, pero cuando me perdí, que no sabía ni dónde estaba. Me pedían la cédula y yo entregaba el celular».
«Esto reventó después de estar en los (World) Roller Games en Barcelona. La deshidratación me aceleró el tema y me tuvieron que internar cinco días en la clínica. El hígado me trabajaba a un 5% y el trasplante es lo que me salva. Yo no acepto transfusiones de sangre por principios morales, religiosos y por la misma salud».
La razón por la que Escobar se trasladó a Cali fue porque en Medellín no encontró una clínica que le pudiera hacer el transplante sin hacer transfusión de sangre. Hizo el proceso en la Fundación Valle de Lili y tras 75 exámenes en un mes, está en lista esperando su donante.
«La probabilidad de que viva es de 80 a 20, entonces le dije que me la juego con el 20% que me queda de vida. Tengo dos hijos adolescentes, uno de 15 y una de 13, y mi esposa, y han tomado el tema con mucha madurez».